Se conoce como innovación educativa a la integración de un conjunto de herramientas tecnológicas novedosas con el fin de transmitir el conocimiento de forma óptima en el espacio educativo. El uso de nuevas tecnologías y enfoques más avanzados en el salón de clases, además de enriquecer la calidad de la enseñanza, puede mejorar las condiciones de trabajo de los profesores.
En este contexto, y con el objetivo de motivar un cambio real en las aulas, han surgido programas de formación académica específicos que incluyen las nuevas tendencias pedagógicas.
La Maestría en Innovación Educativa de la Universidad Europea en Colombia, por ejemplo, explora profundamente este tema para contribuir al avance de la educación, así su como trascendencia en el proceso de enseñanza.
Básicamente, lo que busca la innovación educativa es mejorar la eficacia de la enseñanza. No sólo adopta las tecnologías por el simple hecho de su novedad, sino que hace un uso estratégico de ellas, con el fin de fomentar el aprendizaje significativo y el desarrollo integral de los estudiantes.
Sabiendo que los profesionales de la educación están llamados a ser agentes de cambio, es necesario que estos exploren formas creativas de transmitir conocimiento de manera constante. La innovación en este campo implica un enfoque proactivo para abordar los desafíos actuales, sumado a la tarea de preparar a los estudiantes para un futuro que está en constante evolución.
Con el fin de adaptarse a un mundo en constante cambio, la enseñanza también debe atravesar un proceso de transformación. Para ello, es necesario proporcionar a los estudiantes las herramientas que sean necesarias para enfrentar los desafíos actuales y futuros que tendrán a nivel profesional.
Los beneficios de la innovación educativa son múltiples y van en este sentido:
Los procesos de innovación educativa en el aula han activado el desarrollo de estrategias que transforman de manera positiva la experiencia de aprendizaje. Con el paso del tiempo, aparecen casos de éxito que pueden reproducirse, por lo que luego son implementados por muchos educadores.
Las siguientes son algunas de las técnicas innovadoras que más se utilizan en la actualidad:
El aprendizaje basado en proyectos utiliza la planeación y el desarrollo de proyectos prácticos como un medio que permita a los estudiantes aplicar los conocimientos teóricos en las situaciones de la vida real.
Esta metodología fomenta la colaboración entre los estudiantes, a la vez que aporta un contexto significativo para el aprendizaje.
En el momento en el que los estudiantes participan en proyectos con aplicación práctica, no sólo adquieren conocimientos, sino que también aprenden a trabajar en equipo y desarrollan habilidades útiles.
Una manera en la que se ha revolucionado la forma en que se presenta la información y se personaliza el aprendizaje ha sido la integración de herramientas tecnológicas en el aula.
Las tabletas y las plataformas educativas en línea son instrumentos que les ofrecen a los estudiantes nuevas vías para acceder a los contenidos de forma interactiva.
La tecnología, además de permitirles a los estudiantes avanzar a su propio ritmo, también les brinda la oportunidad de descubrir recursos adicionales que vayan de acuerdo con sus necesidades individuales. Es así como la tecnología en el aula se convierte en un aliado poderoso para personalizar los procesos educativos.
Redefinir el modo en que se emplea el tiempo en el aula y en casa es la estrategia de aulas invertidas. Con ella, los estudiantes revisan el contenido en sus hogares a través de videos o lecturas, permitiendo que el tiempo en el aula se emplee en actividades prácticas, discusiones y resolución de problemas, bajo la guía del profesor.
Gracias al aula invertida, se puede acceder a un aprendizaje más activo y participativo, en tanto que los estudiantes pueden aplicar directamente lo aprendido, al tiempo que reciben retroalimentación inmediata y colaboran con sus compañeros en la resolución de los desafíos educativos.
A la innovación educativa no sólo se le debe el hecho de modificar la forma en que enseñamos y aprendemos. También prepara a los estudiantes para enfrentarse a los desafíos del mundo real. Gracias a que se proporciona un entorno educativo dinámico y relevante, se potencia el desarrollo de habilidades esenciales, además de construirse unos cimientos sólidos para el futuro éxito.
Los profesionales que estén a la vanguardia de una formación avanzada en innovación educativa juegan un papel crucial en este proceso, en tanto que lideran la transformación en las aulas. De esta manera, contribuyen en última instancia al desarrollo integral de la sociedad y se encargan de fomentar el interés y la motivación, impactando positivamente en los resultados académicos.