Tipos de modelos educativos
A lo largo de la historia, la evolución de la sociedad ha impulsado el desarrollo de diversos modelos educativos. Cada uno responde a las necesidades y desafíos particulares de su tiempo, proporcionando una estructura y guía para los educadores.
Desde el modelo tradicional de enseñanza hasta los enfoques más contemporáneos y centrados en el estudiante, cada tipo refleja la diversidad de pensamiento e innovación en la educación.
Modelo tradicional de enseñanza
Se enfoca en la transmisión directa de conocimientos por parte del docente hacia los estudiantes. En este enfoque, los profesores tienen un rol protagónico. Se espera que encuentren la manera de que los estudiantes aprendan, manteniendo un comportamiento más pasivo.
Sin embargo, este modelo enfrenta desafíos en el contexto actual, como la ausencia de flexibilidad. Pero más importante aún, carece de integración con las innovaciones tecnológicas, dificultando el engagement y la motivación de muchos estudiantes.
Modelo conductista
Basado en la escuela psicológica del conductismo, este modelo busca identificar las capacidades de los alumnos para establecer objetivos que guíen el proceso de aprendizaje.
Se caracteriza por la repetición de ciertas actividades y la utilización de estímulos y refuerzos secuenciados, administrados por el maestro. A diferencia del modelo tradicional, el estudiante no es un espectador pasivo, ya que se busca que aprenda actuando de forma reiterada.
Modelo constructivista
Promueve que los alumnos construyan sus propios conocimientos de forma gradual, sin que se los transmita directamente el docente. En el modelo constructivista, el error se considera como algo necesario que aporta saberes y fomenta el pensamiento crítico, creativo y reflexivo. Los docentes actúan como facilitadores, impulsando la reflexión y la adaptación en el proceso de enseñanza-aprendizaje.
Modelo proyectivo
Se basa en la creación de proyectos o investigaciones como medio para adquirir conocimientos. En este enfoque, el docente actúa como un facilitador que propone proyectos.
El objetivo es que los estudiantes exploren y aprendan de manera autónoma a través de la experiencia práctica, fomentando la creatividad, el trabajo en equipo y el aprendizaje basado en problemas y proyectos reales.
Sunbury
Otorga un papel protagónico al estudiante, permitiéndole decidir qué es lo que le interesa aprender y en qué profundidad desea hacerlo. En este modelo, el docente actúa más como un consejero que guía el aprendizaje del estudiante, por lo que no se impone una estructura rígida o un currículo predefinido. Este enfoque se centra en satisfacer las necesidades educativas únicas de cada estudiante.