Aunque no siempre seamos conscientes de su presencia, el Diseño Gráfico está por todas partes. En la revista que leemos, en la página web que visitamos o incluso en la leche que compramos en el supermercado. El principal objetivo de esta disciplina es transmitir visualmente un mensaje de la manera más rápida y eficaz.
El Diseño Gráfico adecuado, alineado con una óptima estrategia empresarial, puede contribuir a aumentar los ingresos y los objetivos de una organización. Es por esta razón que el 81% de las empresas tienen algún diseñador gráfico en su plantilla, según un estudio de Piktochart. Eso significa que cursar una Maestría en Diseño Gráfico continúa siendo una excelente opción de cara a mejorar la empleabilidad.
Se enfoca en la maquetación de todo tipo de publicaciones impresas, abarcando revistas, periódicos, libros, catálogos e incluso menús, invitaciones y tarjetas postales, no solo destinadas al medio impreso sino también al entorno digital. Esta es una de las ramas del Diseño Gráfico más antiguas y conocidas.
Se ocupa del diseño de diferentes tipos de letras para crear un estilo y personalidad únicos en los materiales que se utilizarán, garantizando su legibilidad, estética, funcionalidad y coherencia visual. Esta especialización del Diseño Gráfico también tiene muchas décadas de existencia, manteniendo aún plena vigencia.
Su objetivo principal es llamar la atención, generar emociones y persuadir a través del diseño para presentar una marca, servicio o producto de la manera más atractiva posible, incentivando así su consumo. Esta rama del Diseño Gráfico se apoya en el marketing, por lo que está más enfocada al sector comercial.
Tiene un perfil muy publicitario y enfocado en el producto, ya que se encarga de diseñar envases llamativos, funcionales e informativos que incrementen las ventas.
Abarca desde la creación de etiquetas, estuches y envoltorios hasta el diseño de stands, botellas, latas y, en general, todo tipo de packaging o embalajes. Aunque es una de las áreas del Diseño Gráfico menos conocidas, en las últimas décadas ha ido ganando gran relevancia.
Esta rama del Diseño Gráfico se encarga de todos los aspectos visuales relacionados con el branding, desde la creación del logo hasta el merchandising y la elección de los colores corporativos para darle uniformidad y singularidad al diseño. Todas las empresas que quieran abrirse campo en el mercado deben destacar visualmente, por lo que necesitan un diseñador gráfico que construya su identidad corporativa.
Esta rama del Diseño Gráfico crea materiales visuales atractivos capaces de captar y mantener la atención para facilitar el aprendizaje. El diseño técnico se encarga de crear proyectos, esquemas, planos, mapas, animaciones interactivas, organigramas e incluso juguetes con objetivos didácticos.
El diseñador gráfico crea pictogramas, paneles de información, ideogramas y otros medios visuales sencillos y fáciles de comprender que cumplen una función señalizadora. Esta área del diseño se orienta a la creación de manuales, paneles y circuitos especiales informativos que tienen como fin orientar o advertir a los usuarios.
El profesional en esta área puede diseñar bibliotecas virtuales, campus universitarios, publicaciones electrónicas, videos y animaciones para lograr que el contenido sea más interesante y accesible. Esta especialización del Diseño Gráfico combina las habilidades del diseño digital con los conocimientos del diseño editorial tradicional.
Es la rama del Diseño Gráfico más reciente, un campo cambiante y dinámico que demanda conocimientos básicos de lenguajes como HTML y CSS, así como familiarizarse con los estándares web para optimizar la navegabilidad, interactividad y usabilidad con el fin de mejorar la experiencia de usuario. Este campo se divide a su vez en diferentes disciplinas, como diseño UX, CMS o web.
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