Tipos de delincuencia: ¿cómo reconocerlos y diferenciarlos?

En el momento que una persona infringe el ordenamiento jurídico, está cometiendo un delito, en tanto que las leyes son las normas con las que se regulan los aspectos sociales, económicos, culturales y políticos de la sociedad. El respetar este orden nos permite vivir en armonía, pero en caso contrario, no sólo hay una reprobación por parte de la sociedad, sino que también conlleva una condena por el Derecho Penal.

Minimizar el impacto de los delitos demanda su comprensión respecto a su forma de operar, las motivaciones que llevan a que se cometan y, sobre todo, el entender que hay diferentes tipos de delincuencia. En la profundización, tanto de la predicción como de la prevención del crimen, se enfoca la Maestría en Criminología y Victimología, en la que, además, se diseñan medidas de seguridad públicas y privadas encaminadas a frenar la actividad delictiva.

¿Qué es la delincuencia?

Básicamente, la delincuencia consiste en violar el Derecho Penal de un país, es decir, cometer una infracción por acción u omisión. Este fenómeno social es complejo y afecta de igual manera a los ciudadanos, a la propiedad pública y privada, así como al patrimonio estatal y del conjunto de la sociedad.

Las consecuencias de la delincuencia trascienden el delito que se comete, ya que afectan la convivencia y el desarrollo social. Es por esta razón que a la delincuencia también se la define como la expresión del fracaso de una persona para adaptarse a las normas y demandas de la sociedad en que vive.

¿Qué tipos de delincuencia existen?

Los tipos de delincuencia los determinan diferentes factores que abordan aspectos como el número de implicados en los delitos, el objetivo que persiguen, e incluso los medios que utilizan para cometer la infracción o la recurrencia de actos criminales.

• Delincuencia individual. Es una actividad delictiva que realiza una sola persona, sin contar con el apoyo de ninguna organización. Este tipo de delincuencia tiene un impacto limitado a nivel social, pero muy difícil de controlar porque las motivaciones y circunstancias personales de quienes cometen estos actos varían mucho. Generalmente se trata de infracciones realizadas sin premeditación, se hacen a pequeña escala y suelen ser robos y hurtos en hogares o comercios, así como pequeños actos de vandalismo.
• Delincuencia organizada. En este tipo de delincuencia sí intervienen las organizaciones criminales, con una jerarquía clara y rigurosa, en la que los miembros desempeñan distintos roles y actividades. Estos sí son delitos planificados, en la mayoría de los casos, y su impacto es mayor en tanto que la operación de estos trasciende el orden nacional y se ejecuta internacionalmente. El narcotráfico es uno de los ejemplos más claros de esta modalidad.
• Delincuencia común. El impacto de este tipo de delincuencia no es tan significativo como el de las organizaciones criminales, pero sí crea problemas a nivel social por la inseguridad y el miedo que genera en la población. Se trata de personas o pequeños grupos sin el respaldo de una gran organización. El carterismo, las pequeñas estafas o los hurtos son algunas de las modalidades de este tipo de delito, que por lo general se ejecuta en zonas despobladas y desoladas, tanto de las ciudades como de los lugares fuera de ellas.
• Delincuencia circunstancial. Esta clase de delincuencia se da más cuando alguien, sin historial delictivo, encuentra la necesidad o la oportunidad de cometer un delito, bien sea porque puede estar pasando por una situación difícil en su vida o porque vio la oportunidad de obtener un beneficio de alguna situación, violando el Derecho Penal.
• Delincuencia instrumental. La persona que infringe la ley suele tener un historial delictivo. En estos casos, no solo persigue un beneficio económico puntual, sino que convierte la criminalidad en su modo de vida y encuentra satisfacción en ello. Este tipo de delincuencia se caracteriza por la premeditación y planificación.
• Ciberdelincuencia. Es un término genérico que se refiere a toda la actividad ilícita de Internet, donde se recurre a programas informáticos, computadores y smartphones, entre otros dispositivos. Según la plataforma de inteligencia y servicios de ciberseguridad Fortinet, Colombia es el tercer país de Latinoamérica con más registros de ataques cibernéticos: para el 2022 fueron 6.300 millones.